Construyendo caminos de bicicleta, el sistema canadiense.

Un vistazo a la gestión de caminos de montaña en Canadá.



Whistler, BC, Canadá es una de las mecas del ciclismo de montaña en América del Norte, con una gran cantidad de senderos de clase mundial y un entorno natural impresionante, forma parte de una zona llamada ¨sea to sky¨que engloba un corredor que va desde la zona norte de Vancouver conocido como ¨North shore¨ hasta Pemberton, formando un corredor de unos 170 km.

Cada año miles de personas de todo el mundo viajan a la zona durante los meses de verano para montar en bicicleta en la región, lo que conlleva un importante impacto económico en la región, según un informe de la Asociación de Ciclismo de Montaña de Whistler, en 2018 el ciclismo de montaña generó un impacto económico total de 57.7 millones de dólares canadienses en la región. 

En términos de ingresos directos, el informe de la asociación indica que el ciclismo de montaña generó 28.8 millones de dólares canadienses en ingresos de visitantes y 4.5 millones de dólares canadienses en ingresos de eventos en 2018. Además, se estima que el ciclismo de montaña emplea a más de 500 personas en la región de Sea to Sky, desde técnicos de MTB hasta personal de ventas y alquiler de bicicletas.

Pero como lo han conseguido?, como una región que en 2016 contaba con 34.000 habitantes (excluyendo Vancouver) ha conseguido convertirse en un centro de referencia mundial del ciclismo de montaña?, En ese mini documental de ORBEA nos cuentan como en la zona al norte de Vancouver en los años 80´s algunas personas se dedicaron a construir los caminos de bicicletas que acabaron por convertir esta región en la meca del ciclismo de montaña y como al principio se encontraron con una fuerte oposición de las administraciones públicas hasta que se organizaron en una asociación ciclista y lograron hacer entender a las entidades públicas que lo que estaban haciendo no solo no estaba mal, sino que de hecho era una grán contribución a la comunidad.

En este minidocumental de 7 minutos presentado por ORBEA nos los explican.



Con el tiempo los ciclistas de la zona han desarrollado un  sistema de gestión de caminos de montaña y unas asociaciones ciclistas muy fuertes, SWORCA, WORCA y PORCA.

Una de las labores fundamentales de WORCA es la planificación, construir un sendero es mucho más que mover tierra, en primer lugar hay diseñar por donde va a ir el sendero teniendo en cuenta muchos factores como el resto de trails en esa zona, la orografía local y el impacto medioambiental, luego hay que obtener los permisos pertinentes, tanto a nivel provincial como municipal, esta suele ser una tarea que lleva mucho tiempo y esfuerzo (hasta 2 años para que te den los permisos), pero una característica de las administraciones públicas canadienses es que son más flexibles que las españolas, así, ante la larga trayectoria de WORCA con más de 30 años y su excelente gestión han decidido confiar en ellos a nivel provincial y les han concedido una zona en la cual pueden construir los trails que quieran sin tener que pedir permisos.



En Whistler, la mayoría de los senderos son gestionados por la asociación ciclista local, WORCA (Whistler, Off Road Biking Association). que a su vez trabaja en estrecha colaboración con el ayuntamiento local (RMOW) para garantizar que los senderos estén diseñados y mantenidos adecuadamente para su uso seguro y sostenible, un tema muy complejo y polémico es la construcción de senderos ̈Ilegales ̈ bien por que se encuentran en parcelas privadas y no cuentan con el permiso del dueño o bien por que se han construido en tierras públicas sin los debidos permisos, parte del trabajo de Worca es conseguir los permisos pertinentes, evitar la construcción de senderos ilegales, y en algunos casos muy puntuales intentar legalizar estos caminos obteniendo los permisos pertinentes.

Así dentro de la extensa red de caminos de Whistler hay una serie de caminos que construye y gestiona el ayuntamiento, y otros (la grán mayoría) que están construidos y mantenidos por WORCA, así mismo el ayuntamiento aporta fondos cada año a WORCA para apoyar sus actividades, pero esta no es la única fuente de ingresos de WORCA, la asociación ciclista ofrece la posibilidad de pagar una membresía anual que viene a costar unos 65 Dólares canadienses (unos 44 euros) y que da derecho a tomar parte en los eventos de WORCA, actualmente la asociación posee más de 2.000 miembros activos, WORCA también firma acuerdos de patrocinio con diferentes empresas y organizaciones especialmente empresas locales como cervecerías, restaurantes, hoteles  y tiendas de bicicletas.

WORCA cuenta con varios equipos de trabajo que a lo largo del verano construyen y reparan los caminos de montaña, así mismo, durante el verano se celebran una serie de actividades destinadas a la construcción y reparación de caminos conocidos como los ¨trail nights¨ cada martes WORCA organiza un evento de construcción de trails que dura 3 o 4 horas  en el que se toma una sección del bosque previamente pre balizada por la asociación, la asociación aporta las herramientas de construcción a la entrada del camino en construcción  y varios expertos en construcción de caminos supervisan el trabajo hecho, normalmente se limita el número de voluntarios a unos 40, lo más interesante es que desde que WORCA empezó a organizar estos eventos su popularidad ha crecido tanto que han tenido que limitarla a solo miembros de WORCA, hay que reservar plaza con antelación, y normalmente las plazas, unas 40, se agotan un par de días antes del evento.

Tal es la afluencia y el sentimiento de comunidad que desde 2022 Worca ha empezado a conseguir patrocinadores locales que suelen aportar algo de cena y refresco o cerveza lo que ha disparado aún más la popularidad del evento, hasta el punto de que WORCA ha empezado añadir días extras de ¨Trail building¨.


Y de quien es la montaña, quien tiene que tener la preferencia?
En españa existe un permanente conflicto entre los diferentes grupos que utilizan los caminos de montaña, cazadores, ciclistas y senderistas se disputan el uso de este tipo de caminos y no siempre están bien avenidos.

En Canadá quien tiene preferencia siempre son…. los animales salvajes, es común encontrarse osos negros u otra fauna y por razones obvias estos animales siempre tienen preferencia, luego la preferencia la tienen los peatones y por ultimo los ciclistas, un elemento distintivo es que existen caminos con restricción especificas, hay zonas donde no pueden ir las bicicletas, zonas donde solo se permiten bicicletas musculares,  zonas donde pueden ir las bicicletas pero no los perros, y zonas muy especificas (El bike park de Whistler) donde no se permiten los senderistas y cada una de estas restricciones tiene unas razones muy especificas y bien fundadas.

Si tomamos como referencia las faldas de Round Mountain en Squamish podemos ver que se ha dividido la montaña en 3 grandes áreas, al este hay caminos donde las motocicletas de trail están permitidas, al oeste hay una grán zona de ciclismo MTB que tiene caminos que son referencia a nivel mundial y la parte alta de la montaña es área protegida al formar parte del parque natural conocido como ¨Garibaldi Provincial Park¨ por lo que solo se puede acceder a pié o en bici (y con bici solo se puede avanzar unos pocos km)  y está prohibido salirse del sendero.


*Leave of absence trail, Squamish, BC 


Todo esto choca frontalmente con la situación en España donde a menudo encontramos que diferentes administraciones públicas han tomado posturas muy diferentes respecto al ciclismo de montaña, por lo general en España hay muchas áreas donde el ciclismo de montaña está prohibido, como por ejemplo todos los parques naturales, pre parques y espacios protegidos.

Hay zonas donde se ha conseguido que las administraciones públicas permitan e incluso impulsen la bicicleta de montaña como Ainsa, pero a dia de hoy siguen siendo excepciones en un mar de prohibiciones, España tiene mucho potencial, pero tenemos que aprender de otros países que nos sacan décadas de ventaja a la hora de organizarse y construir y mantener caminos de bicicletas, y es que a día de hoy estamos como estaban en Canadá en los años 80, con unas administraciones públicas que ven la construcción de trails en la montaña como algo negativo, y unos ciclistas que no están organizados en  asociaciones fuertes que luchan por impulsar este deporte, tenemos mucho que aprender de Canadá.